domingo, 8 de junio de 2014

CONSEJOS VENDO...


Hace ya tiempo que ocurre, pero ha sido especialmente tras las recientes elecciones al Parlamento Europeo cuando muchos ciudadanos se están dirigiendo a UPyD a darnos consejos para mejorar nuestros resultados. Las expectativas que UPyD despierta en el desierto de honradez en el que se ha convertido la política española hacen inevitable este bienintencionado acercamiento.

Algunos consejos se centran en aspectos menores, en detalles tácticos que siempre son bienvenidos, otros en cambio colisionan de bruces con lo que este partido es, y a ellos me voy a referir:

Sois un partido elitista, debéis adaptar vuestro mensaje a todos los votantes y niveles culturales.

Seguro que algo podemos hacer para mejorar nuestra forma de llegar, pero no se nos debe escapar una cosa: UPyD apela al voto ilustrado, y el voto ilustrado no significa el voto de los intelectuales, de los universitarios, significa el voto pensado, informado, elegido. Nuestros mensajes no son populistas ni simples. Es mucho más fácil posicionarse en contra del fracking, de Garoña o de las prospecciones en Canarias, en "defensa del medio ambiente", que explicar y razonar que estas tecnologías pueden desarrollarse en condiciones de seguridad si éstas se imponen, si se cumplen todos los requisitos legales establecidos a nivel nacional y europeo y se aplican las mejores técnicas disponibles. Desde luego es mucho más fácil que explicar que la dependencia energética de este país es un lastre para su desarrollo económico, que los procedimientos de evaluación ambiental han de aplicarse caso a caso y deben tomarse las decisiones que en cada caso corresponda en base al conocimiento. Sólo es un ejemplo, valen otros muchos. En todos los casos nos enfrentaremos a la misma realidad: UPyD no es un partido electoralista. Esto es así porque el objetivo no es ganar elecciones, ganar elecciones es el medio para cumplir nuestros objetivos políticos. Ese pequeño detalle nos impide decir lo que la gente quiere escuchar. Hacemos política no demoscopia. Por lo tanto tendremos los votos que podamos llegar a tener, explicando nuestro discurso, simplificándolo en lo posible cuando sea necesario, pero sin caer en el populismo y la demagogia que tan bien se le da a otros. UPyD esta condenado a hacer tanta pedagogía como política o incluso más. No hay otra, en esta sociedad del fracaso escolar, de la telebasura, y del analfabetismo democrático no hay otro camino.

No participáis en las tertulias televisivas de máxima audiencia.

Participamos en aquellos espacios a donde nos invitan, que desgraciadamente son pocos, y podemos expresarnos. Es evidente que al stablishment económico y político de este país le resulta mucho más útil financiar la campaña y promover movimientos populistas que puedan erosionar a las dos fuerzas de izquierdas principales, PSOE e IU, aunque el monstruo pueda llegar a crecer más de lo que creyeron y se les escape, que a un partido reformista, radical, pero profundamente institucional, de orden, que realmente compromete los resortes del poder secuestrado por el bipartidismo y sus socios de la elite económica. Dicho lo anterior, es cierto que en ciertos formatos televisivos, donde no existe moderación, donde el que más grita y el más maleducado más habla, donde sólo se pueden soltar consignas, mensajes cortos y simples, demagogos y populistas, es imposible articular un discurso razonado. No se puede jugar al rugby si lo tuyo es el baloncesto. No hay nada que hacer en ese campo. En el ejemplo anterior, el de la energía, mientras se intentara empezar a articular el razonamiento, el populista nos habría llamado tres veces terroristas ambientales y habría tocado el sentimiento del espectador haciendo referencia a las idílicas playas, las tortugas o los pescadores artesanales. Es batalla perdida. 



Deberíais reconsiderar vuestra posición frente a Ciudadanos.

Este es el más absurdo de los consejos. Ciudadanos es el trampantojo de UPyD, algo que por fuera, en una vistazo superficial puede parecer similar, pero que es radicalmente distinto. Un partido no sólo es lo que dice, es sobre todo lo que hace. Las cosas que hace UPyD dan lugar a que un organismo internacional nos otorgue un sobresaliente en transparencia (suponemos que un 9 porque les dio apuro darnos el 10, todavía nos preguntamos donde perdimos el punto),  mientras que esos que defienden lo "mismo" obtuvieron un 3. Un partido es lo que hace y lo que no hace. UPyD no es una barra libre en la que tras la firma de un papelito se integren partidos locales de dudoso origen, en gran parte contaminados por la corrupción. En UPyD tras la acción hay programa y tras el programa una profunda base intelectual y argumental, razones, no eslóganes copiados y discursos bien presentados sostenidos sobre la nada, asidos por los finos hilos del marketing y la promoción de la prensa concertada. UPyD es lo que es, y su mejor programa son sus estatutos, su democracia interna y su autoexigencia. Que nadie dude que si hubiera un partido que defendiera los principios que defiende UPyD y sus actos se compadecieran con sus palabras, no tendríamos reticencias en unir fuerzas, pero eso a día de hoy no existe. Los ciudadanos que quieren hacer lo que quiere hacer UPyD suelen hacer algo tan revolucionario como rellenar una ficha de afiliación y unirse al equipo. No hay más. Y desde luego ese cálculo simplista de la suma de votos es una falacia. Nada garantiza en política que 3 votos a A más 2 votos a B sean 5 votos a A+B. De hecho pueden ser 6 ó 3, pero incluso en el caso se que fueran 6, esos votos no sirven si para conseguirlos hemos tenido que prostituirnos, convertirnos en algo distinto a lo que dijimos querer ser cuando nacimos y a los que somos, traicionarnos a nosotros y a nuestros votantes. Los que nos votan lo hacen porque nos conocen y no quieren que cambiemos, travestirnos es una forma de confundirlos y perder su confianza. Los ciudadanos no merecen más traidores.


No deberíais atacar a Podemos, si lo hacéis insultáis a los miles de ciudadanos de buena fe, indignados y hartos, que les han votado.

Es cierto, no debemos atacar a Podemos, no son más que otros adversarios políticos legítimos con quien debemos competir de forma sana. No es nuestra intención atacarlos, de hecho debemos ayudarles a que todos los leninistas, bolivarianos, independentistas, todos aquellos que entiendan que el uso de la violencia es una opción legítima y no debe ser patrimonio del Estado, sepan que ahí tienen su partido. Lo que si debemos hacer es desenmascararlos, porque ya que ellos ejercen una de las peores formas de corrupción que existen, la mentira y la manipulación, es deseable que los demócratas hagamos todo lo posible porque todos los que lo han votado sepan lo que han votado. A Podemos no hay que combatirlo, sólo hay que dejarlos hablar y actuar, para que todos conozcan al lobo que hay debajo de esa piel de cordero. Como ejemplos, en los siguientes vídeos se muestran sólo algunos de sus métodos y objetivos, a difundirlos, ahí tienen propaganda gratis -lamento que este blog sea mucho menos seguido que la Sexta-.
https://www.youtube.com/watch?v=cZi48UTD8Lk
https://www.youtube.com/watch?v=z5M4BSC4SmY; 
https://www.youtube.com/watch?v=j8nODoOs1A4
https://www.youtube.com/watch?v=OQ7nSDWJ5s0,




Tenéis que cambiar de portavoz, de imagen, buscad a alguien más joven que represente mejor  la renovación de la política.

Estaríamos locos si prescindiéramos del mayor activo de UPyD, la líder política más valorada de España, la que tantos militantes del PSOE como del PP quisieran tener. El planteamiento es patético, es el planteamiento de los que consideran más importante el continente que el contenido, el marketing que el producto, la forma que el fondo. Es la aportación de la frivolidad, de la tele basura, de los vendedores de espuma, de los que no tienen ni ponen ni alma, ni pasión, ni principios en lo que hacen. El marketing político lo dejamos a otros que de eso saben muchísimo, los mismos que decidieron poner a Elena Valenciano de cabeza de cartel sin considerar lo que hay o deja de haber dentro de esa cabeza y aconsejarle que hablara de machismo y aborto. Que Rosa no deja indiferente a nadie, que tiene admiradores y detractores, por supuesto, le suele ocurrir a todos los que pasan por la vida con valentía, sin complejos, con honrada ambición, con las ideas claras y la seguridad en sí mismos que da tener la conciencia tranquila y el convencimiento de hacer lo correcto. Los mediocres no los soportan porque ven en ellos reflejado lo que admiran y jamás serán. La coherencia de Rosa en el conjunto de su trayectoria vital descoloca a la parva de aplaudidores de los envoltorios de vacío que son esas organizaciones políticas que han dejado de ser instrumentos al servicio de la ciudadanía. Y por supuesto más entre los socialistas, entre los que ese escozor continúa y algunos siguen llevando muy mal la digestión. Las sectas nunca perdonan a sus "traidores". Que si es un partido personalista, dicen las mismas cadenas que habiendo prometido cubrir una rueda de prensa de Rosa, cuando se enteran que la ofrece Carlos Martinez Gorriarán, no se presentan... Que nadie se preocupe, en UPyD hay decenas de personas que podrán sustituir a Rosa cuando llegue el momento, personas que política e intelectualmente dan siete vueltas a lideresas recién salidas del invernadero del capullo, que ahora se presentan como única esperanza de un partido histórico en pleno hundimiento.
 



Tenéis que crecer más, expandiros en pueblos pequeños, en la España rural, UPyD debe presentarse en todas partes.

Pues va a ser que no. UPyD es un proyecto nacional que ha nacido para lograr una serie de objetivos que tienen que ver con la regeneración democrática de nuestro  país y reformas importantes de la arquitectura territorial y del propio Estado. Claro que el ámbito local es importante, y estamos y estaremos en todos aquellos lugares donde podamos hacerlo con garantías de que nuestros hombres y mujeres van a defender el proyecto común con solvencia. Para estar por estar ya están otros. Cada día rechazamos afiliaciones masivas, promesas de concejalías y alcaldías, de desterrados o pretránsfugas de sus partidos, de aspirantes a caciques locales que ven en UPyD una franquicia amable, una marca interesante que puede ayudarles a encontrar asiento en el pleno municipal. Si se tratara de crecer a cualquier precio ya lo habríamos hecho, conocemos todas las formas existentes para ganar elecciones locales en pueblos, pero hacerlo sería traicionarnos y lo que es peor, traicionar a los que depositan su confianza en nosotros. Ni el clientelismo, ni las promesas materiales, ni la devolución de favores, ni los bocadillos, ni las partidas de mus, ni el tráfico de peonadas, van a ser nunca nuestros argumentos ni métodos. Tardaremos en estar en todos los ayuntamientos, posiblemente nunca a lleguemos a estar en todos (entre otras cosas porque nos hemos propuesto reducirlos a más de la mitad). Tardaremos el tiempo necesario hasta que encontremos en cada uno de ellos personas honradas, que compartan el objetivo esencial, decididas a llevar nuestro mensaje y compromiso desde el convencimiento propio, no impostado ni importado. Aún así, acabaremos teniendo nuestros corruptos, será inevitable, pero que nadie dude que actuamos preventivamente y seremos radicales y expeditivos llegado el momento. 



Tenéis que estar más presentes en las movilizaciones civiles, en la calle.

UPyD nació de un movimiento social. Nadie nos va a dar lecciones en materia de activismo ciudadano. "De la Calle al Parlamento" se titula el libro de Carlos Martínez Gorriarán en el que se describen esos años, ese tránsito, y desde entonces UPyD no ha abandonado la calle. No hay un fin de semana en el que no haya una mesa informativa de UPyD en algún rincón de alguna ciudad o pueblo de España, no hay campaña en la que nuestros candidatos no celebren actos en la calle, dándole el micrófono a los ciudadanos, escuchándolos y respondiéndoles. Pero UPyD es un partido institucional, ha nacido para gobernar España y ayudar a construir Europa, y su sentido institucional obliga a separar claramente ambos ámbitos. UPyD no va a utilizar nunca la agitación social como un arma de presión política para conseguir mediante esa vía lo que no consigamos defender en los Parlamentos. A UPyD no nos verá nadie introduciendo comisarios políticos en las asociaciones vecinales, estudiantiles o profesionales, participando en el juego del reparto clientelar, igual que no forma parte de las centenares de plataformas antiesto o contraaquello que se crean cada día en toda España. Cuando coincidamos con sus fines lo diremos públicamente, pero nadie nos encontrará politizando el activismo ciudadano, injiriendo, interfiriendo y manipulando los movimientos sociales. Nuestros afiliados a título personal son libres para estar en manifestaciones y donde consideren, pero UPyD sólo ha estado y estará en celebraciones y actos muy concretos que tengan que ver con la defensa de los derechos humanos (día del orgullo gay, movilizaciones de víctimas del terrorismo...). y nunca en cabeza. El protagonismo de estos actos los tienen los convocantes, UPyD sabe estar en su sitio.



 
Dicho lo anterior, aceptamos todos los consejos. Este es un partido abierto a la ciudadanía. Cada día nos llegan mensajes privados en Tuiter o Facebook, correos electrónicos y llamadas de ciudadanos, asociaciones, empresas..., de la sociedad civil en su conjunto, en los que nos trasladan sus preocupaciones, sus problemas, sus ideas, y todas ellas las analizamos, ninguna cae en saco roto, nos dan información y nos nutren, aunque no todas las hagamos propias. Una ciudadana anónima, Elena Alfaro, en su lucha por el préstamo gratuito de libros de texto encontró en UPyD un instrumento; es sólo un ejemplo, pero que ilustra perfectamente lo que debe ser un partido para los ciudadanos, única y exclusivamente un instrumento.