Villanueva
del Trabuco es un pueblo de la comarca nororiental malagueña. Sus apenas algo
más de 5.000 habitantes se dedican fundamentalmente a la agricultura, principal
actividad económica de la comarca. La localidad desde las primeras elecciones
democráticas en 1979 ha sido gobernada por el PSOE, con la única excepción de
un año, entre 1995 y 1996, en que la alcaldía estuvo en manos de IU hasta que
una moción de censura se la arrebató. Desde entonces, durante los últimos 22
años, sólo ha conocido un alcalde, Antonio Vegas Morales, puesto a dedo por el anterior
antes de acabar en la cárcel.
José
Antonio Ordoñez Pérez nació en Barcelona aunque vive en Villanueva del Trabuco
desde hace más de 30 años. No había tenido inquietud política hasta 2.007,
cuando a raíz de la decisión del alcalde de construir un tanatorio en terrenos
que estaban destinados a parque infantil, determinado junto a otros vecinos a no
quedarse cruzado de brazos e ilusionado por los nuevos aires que la iniciativa
de Manuel Pimentel, Foro Andaluz Ciudadanos por Andalucía, pareció despertar en
la Andalucía de aquel entonces, decidió presentarse y participar en la vida
política de su pueblo.
No era
su intención tomar un papel político protagonista, de hecho inicialmente pensaba
ocupar el número 6 de la lista de 13, lo cual, atendiendo a las razonables
posibilidades de un nuevo partido en un feudo socialista, le daba escasa
probabilidad de ganar una concejalía. No obstante alguien consiguió que las 5 personas
que iban delante suya fueran abandonando por amenazas sobres sus negocios o
casas, algo que él no hizo, quizá amparado por la seguridad que le otorgaba el
trabajo de su mujer, maestra en el colegio de Villanueva, y acabó siendo
concejal, el único concejal de su
formación.
Al poco
tiempo de ocupar su lugar en la corporación empezaron los insultos y amenazas
para que dejara su acta. El episodio mas grave que sufrió en aquella
legislatura fue un día que lo llamaron al salón de plenos, lo encerraron, lo insultaron, lo amenazaron y
lo agredieron (todo ello quedó probado en una sentencia de 6 de agosto de
2009). El cacique local y sus secuaces estaban muy molestos porque José Antonio
había pedido a la Consejería de Educación y Ciencia las actas de inspección de
la guardería infantil que estaba en pésimas condiciones de salubridad y
mantenimiento, y porque se atrevió a denunciar que de sus cuentas se perdían
del orden de 10.000 € cada mes que no supieron explicarle a qué conceptos se
destinaban. A raíz de aquella denuncia la guardería se arregló.
Las
iras del equipo del cacique se volvieron a incendiar cuando José Antonio fue a
la Diputación provincial a pedir explicaciones de la forma en que se gastaba en
su pueblo el dinero destinado a actividades deportivas. Esta gestión también
permitió que se habilitara una partida para mejorar y ampliar las instalaciones
deportivas del pueblo.
Tras el
nacimiento de UPyD a finales de 2007 empezó a colaborar con los pioneros de la
formación magenta en la provincia de Málaga, hasta que en 2009 se afilió. Por
primera vez en su vida decidió militar en un partido, pues Foro Andaluz no
llegó a cuajar y quedó en una iniciativa fallida.
En la
actual legislatura UPyD consiguió 2 concejales en Villanueva del Trabuco, él
propio José Antonio Ordóñez y María Trinidad Ortigosa. El PSOE obtuvo 7 concejales y por tanto
la mayoría necesaria para seguir mandando.
Los
problemas empezaron en el momento en el que presentó una moción solicitando una
auditoria municipal, moción aprobada por los todos los concejales excepto los
del PSOE, que tras más de tres décadas de poder, tienen muchas razones para
impedirla, tantas razones como pavor a la transparencia.
Desde
ese momento empezó una persecución personal tanto en los plenos como en la
calle, que continua hasta el día de hoy. La obsesión del alcalde con el
concejal de UPyD es digna de libros de psiquiatría. En cada pleno dedica horas
a vilipendiarlo, tanto a él como a la propia Rosa Diez. Nunca le deja
argumentar sus preguntas cuando está en uso de uso de su palabra y lo ha
expulsado en tantas ocasiones que ha logrado a tener el triste record de ser el
concejal de toda la historia de Villanueva del Trabuco que más veces ha sido expulsado
del pleno. Es lo que tiene ir a los plenos a intentar solucionar los problemas
de su pueblo y no callar y tragar como hace el resto de la oposición, lo que
sin duda es mucho más cómodo y, en Villanueva, más seguro.
Hace
dos años José Antonio presentó en el ayuntamiento la documentación para hacer
una academia. Se la negaron y declararon su casa fuera de ordenación, una casa
que construyó cuando no era concejal con todos los parabienes municipales y
registrales. Se declaró fuera de ordenación justo tras convertirse en concejal
díscolo y por supuesto hubo de desistir de la idea.
El pasado
mes de mayo, cuando estaba celebrando en el local una fiesta privada los
sobrinos del alcalde lo denunciaron argumentando que no tenía licencia de apertura.
Acto seguido el alcalde llamó a la policía local para que fueran a cerrar el
local, ordenes que no cumplieron los agentes al constatar que lo que se estaba
haciendo era legal y no encontrar razones para hacerlo. Dos meses después un
funcionario íntimo amigo del alcalde y del que cobra dos sueldos, uno como electricista
municipal y otro como conductor de una ambulancia con la que el pueblo no
cuenta, lo amenazó de muerte en la calle con un enorme cúter.
También
el año pasado intentaron denunciar a su mujer, maestra en el colegio de Villanueva
del Trabuco, por discriminar a un niño,
algo que no consiguieron porque el director, secretario y la jefa de estudios
hablaron con el inspector y le contaron cuál era el origen esta denuncia. Sí,
pueden imaginarlo…
La
situación de José Antonio es sólo un ejemplo de lo que significa complicarse la
vida en esta España de 2014, ni por asomo comparable a la forma en que durante
décadas se la complicaron, la pusieron en peligro o la perdieron en el País
Vasco los que defendían la libertad y la democracia. Pero es complicarse la
vida intentar hacer un roto en la tupida red de clientelismo tejida por el
socialismo andaluz durante tantos años. Es complicarse la vida intentar
despertar a los Azarías en las narices de los Don Pedros y los señoritos Ivan.
Es complicarse la vida sentir en cada esquina el vacío y la incomprensión de
quienes no se la quieren complicar. Es complicarse la vida buscar la justicia y
decir la verdad, sin tener en cuenta los amigos o enemigos que ello acarrea.
José
Antonio no es importante, como tampoco es importante UPyD. Sí es importante que
sigan existiendo ciudadanos que no se conforman con ver las injusticias y
criticarlas desde la barra del bar o el sofá de casa, ciudadanos que asumen un
compromiso, que utilizan un instrumento de los muchos que un estado de derecho nos
ofrece y pasan a la acción. José Antonio decidió formar parte del instrumento
UPyD exclusivamente para ello, decidió complicarse la vida y en ello sigue… Evidentemente
no sigue en política por los 37 € que le pagan los trabuqueños cada dos meses por
asistir a los plenos, lo hace por algo que en muchas ocasiones dice Rosa Diez y
que a él se le ha clavado en el alma y repite cuando se le pregunta por ello “Es
necesario luchar por la libertad y la democracia, y prefiero hacerlo yo a que
lo tengan que hacer mis hijos”.
3 comentarios:
Constato que esta es la Andalucía real y estas las razones que la mantienen atada a la prehistoria.
Felicidades por esta entrada.
Escuché en la radio el caso de este concejal y realmente me sobrecogió ver el lado más oscuro de un partido (el PSOE) que se vende como un partido progresista pero permite en sus filas a caciques decimonónicos y antidemocráticos. Independientemente del signo político del alcalde, este concejal no se ha callado y va a ayudar a desmontar las cavernas que en la España del siglo XXI todavía quedan. ¡Mucha suerte!
Gracias por vuestros comentarios. De hecho si Andalucía tiene una esperanza es gracias a hombres como él.
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